Conforme avanza la era digital, nos encontramos en una coyuntura que se puede resumir en una frase:
Entender y satisfacer las necesidades de cada uno de nuestros clientes.
Cumplir con lo anterior es la piedra de toque que permite al cliente diferenciar a un proveedor promedio de uno de excelencia, e igualmente, le permite a la empresa destacar y brillar con luz propia por encima de la competencia.
Pero más allá del enfoque típico de “vencer a la competencia”, se trata de que la prioridad sea siempre el cliente y su plena satisfacción.
Dentro de las cientos de estrategias para lograrlo, nosotros nos hemos enfocado en tres (sí, sólo tres):
1. ATENCIÓN PERSONALIZADA: Saber escuchar e interpretar las necesidades de cada cliente
Desde el primer contacto el cliente percibe el grado de seriedad y profesionalismo que tienes como empresa. Tomar nota detallada de la problemática que ha llevado al cliente a entrar en contacto contigo requiere una actitud de escucha atenta así como una capacidad de interpretación amplia y basada en tus años de experiencia.
De ello, se detona el ciclo de información correspondiente: hoja de análisis y levantamiento de información. Sin esto, el seguimiento puntual de tus clientes se complicará y tú terminarás fallando en entregar un servicio de excelencia.
2. CONOCIMIENTO DEL PRODUCTO Y SERVICIO: Expertiz aplicada
Los años de experiencia no te darán la fidelidad del cliente por sí solos, a menos que se consoliden en una especialización en los ramos de la industria que representamos y dicha especialización se materialice en una asesoría puntual.
¿Cómo seleccionas los productos o servicios más adecuados para tus clientes? ¿Les brindas una asesoría exhaustiva (consultoría) o simplemente te atienes a responder a sus preguntas de forma mecánica y escueta? La metodología detrás de cada uno de tus procesos de venta y asesoría son la clave para definir la personalidad de tu empresa ante tu mercado y que seas fácilmente reconocido por tu exelencia y ética en el cumplimiento de tus valores corporativos.
3. SERVICIO PROFESIONAL: Planeación y ejecución (no improvisar)
Muchos proveedores tratan de resolver rápido, pero no bien. Anteponen tiempo a espacio, forma a fondo y terminan por quedar mal con sus clientes. Esto crea un escenario de improvisación, lo cual pone en serio riesgo la integridad de los proyectos de los clientes.
Este punto es la culminación de los anteriores:
análisis y levantamiento exhaustivos + propuesta de productos y servicios condensados en un proyecto personalizado para cada cliente +una planeación seria = CONCRETAR TUS SERVICIOS DE MANERA IMPECABLE*
*Tomando en cuenta todas las variables necesarias para evitar errores u omisiones que demeriten tu calidad en el servicio.
En Argal nos sentimos orgullos de aplicar estos tres puntos con cada uno de nuestros clientes, poniendo en sus manos toda nuestra experiencia y habilidad para realizar instalaciones de bombeo profesionales. Acércate a nosotros, con gusto te atenderemos.
